A mediados de 2008, en una de las visitas habituales a nuestro dispensario, vimos a una mujer con su hijo, de ocho años, esperando ser atendida.
Malick que asi se llama el muchacho es enano (acondroplasia) y al preguntarle a su madre si lo llevaba al colegio, nos respondió que allí se burlaban de él.
Su familia, en riesgo de exclusión, no disponía de medios y les propusimos que nos dejaran llevarlo al Mbackombel para que estudiara en nuestra escuela y conviviera con los niños del poblado. Siempre tuvo buenas notas y se transformó en uno más del poblado, donde se integró totalmente.
Posteriormente lo llevamos a nuestra Residencia de Mbour e hizo secundaria, también con buenas notas.
Últimamente se ha formado en una academia, como electricista y técnico en placas solares.
Ha sido el mejor alumno de la promoción y ahora está preparado para ayudar económicamente a su familia.
Estas pequeñas historias hacen que nos empujen a seguir con el proyecto, que iniciamos en 2002.
Queremos dar las gracias a su “madrina” que ha financiado su FP.
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